Vamos a ponernos serios...
Hace tres semanas empecé a escribir este artículo pero lo puse a reposar, estaba cargado de rabia, dudas, frustración. Luego lo modifiqué, recorté, suavicé, pero decidí no publicarlo hasta más adelante o quizás nunca.
Pero precisamente estos días en cama por un resfriado, da la casualidad que llegan mil noticias al respecto de atropellos y muertes de ciclistas que me han tocado la llaga y me he sentido obligado a reflexionar de nuevo y ahora en voz alta compartirlo: