17 Dic La montura
Un detalle que llama la atención en Ona es su bonito y clásico sillín Brooks de cuero.
La gente me pregunta: ” – pero.. ¿no es muy duro? ¿de cuero? ¿no te duele el culo?”
Lo mismo pensaba yo cuando los veía en mis primeras aproximaciones al mundo del cicloturismo.
Pero también pensaba que eran muy autenticos, me recordaban a los de las bicicletas clásicas.
Como aquella que le pedía prestada a mi tío abuelo Manuel, para salir a volar entre los limoneros de Alhama de Murcia, silbando la melodía de turno de la vuelta ciclista a España.
(volvamos al post, que me estoy perdiendo en la nostalgia… El de la foto, es el mío. Y no le he puesto nombre, tranquilos.. jeje)
No podía ser que por una cuestión estética, los cicloturistas se destrozaran las posaderas por el mundo.
Explicación:
Para etapas cortas, paseos o salidas espontáneas, es cierto que lo mas cómodo es un sillín “acolchado” de esos blandos e incluso muy anchos. Los hay con una especie de gelatina realmente cómoda.
De entrada parecen el cielo si lo comparas con un duro “brooks”. Pero para salidas largas, cicloturismo o “vueltas al mundo” la cosa cambia.
Uno blando, va perdiendo efectividad y puede terminar siendo una pesadilla. En cambio, el de cuero duro, se va adaptando perfectamente a la forma de tu culo (rima y todo) lo que hace que termine siendo personal e intransferible, ademas de sentirte cada día mas cómodo encima de el.
Y repito, son muy auténticos, parecen una silla de montar. Los recomiendo con conocimiento de causa, ahora que ya he pasado 6 meses con el amigo Brooks. 😉
Aquí un video sobre esta conocida marca… (tampoco tengo comisión)
Nos vemos en la próxima entrada vaquer@s 😉
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