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BRASIL,
TODOS,
VIAJES
Finalmente abandono los dominios de la
Chapada Diamantina y pedaleo unos días hasta el límite del estado de Bahía con el de Minas Gerais, nuestro próximo objetivo que alberga la
Estrada Real, una especie de
Camino de Santiago a la brasileira.
En la frontera, por una cuestión de fechas a causa de la próxima visita de un amigo que me esperará semanas más tarde cerca de
Rio de Janeiro, debo hacer un salto en autoestop un par de jornadas saltando tierra de nadie hasta acercarme a
Ouro Preto, ciudad donde inicio el camino viejo de la
Estrada Real. Allí, además, me esperan con los “mates abiertos” unos queridos amigos argentinos que conocí en el nordeste de Brasil y que han parado en la ciudad para tener a su primer hijo...